viernes, 4 de mayo de 2012

No creo en la suerte


-         Eso es imposible…
-         Imposible es que ahora me de un apretón, me baje los pantalones y cague un billete de quinientos pavazos.
-         Limpio y listo para usar. Eso sería increíble.
-         ¿Por qué tengo que creer en la suerte?
-         No digo que tengas, digo que es imposible que no creas.
-         Otra vez. ¿Por qué?
-         Porque la suerte es un encadenamiento de sucesos considerado como fortuito o casual.
-         Joder ¿has estado leyendo el diccionario?
-         No. Lo pone en el guión.
-         Vale. Yo creo en la gente que forja su suerte.
-         Dejando a un lado que no eres un personaje del señor de los anillos ¿forjar? Si crees que cada uno se busca la suya, crees que existe.
-         QUE NO.
-         Entonces cómo se la va a forjar tu gente esa.
-         Demagogo…
-         Y luego soy yo el que lee el diccionario.
-         Que yo lo que creo es que las cosas que pasan, pasan porque tienen que pasar.
-         Entonces crees en el destino.
-         No sé.
-         En que cada uno tiene su lugar y por más que quiera salirse se va a tener que quedar en él.
-         No, en eso no. ¿También venía en el guión?
-         Que va, eso ya lo sabía.
-         Mira. Lo que yo quiero decir es que no se puede ser feliz a base de suerte. Y ya está.
-         J
-         ¿Y ahora qué pasa?
-         Que no tengo nada que decir.
-         Porque estás de acuerdo.
-         Para nada. Pero en eso sí que puedes creer.
-         Pues muchas gracias. So generoso.
-         No creo en la generosidad.
-         Vete a la mierda.
-         Entonces de follar ni hablamos ¿no?
-         Prueba en otro momento. Puede que tengas un mejor encadenamiento de sucesos fortuito.

No hay comentarios:

Publicar un comentario