viernes, 10 de junio de 2011

Tropecientos quince caballos

Arranca el día. Tú en un Seiscientos y él en un León Fr. Te adelanta por la derecha ¿el intermitente? un viernes par mola demasiado para gastar energía en activarlo. Te despega las pegatinas del embellecedor y se aleja. Le sudas la polla.

Te acuerdas del artista anteriormente conocido como “el calvo de telecinco” y rebufo, remontada o pódium te suenan a chino.

Pero aprendes que la velocidad es relativa cuando te vuelves a encontrar al deportivo en el semáforo de las cinco de la tarde. No corro mucho, pero aparco como los ángeles.

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